Nadie sabe lo que se vende. Si lo supiesen estarían vendiendo lo mismo una y otra vez sin parar y, sobre todo, hace décadas que habrían dejado el mundo del cómic para dedicarse a cosas de ricos.
Hasta aquí el Escribiendo Cómics de hoy, muchas gracias por venir, síganme para más consejos y no se olviden de activar la campanita de notificaciones.
Que noooo, que es bromi… Sí que existen algunas pequeñas recomendaciones enfocadas a que sepamos movernos mejor en toda esta lógica de la compraventa de proyectos. Recomendaciones que nada tienen que ver con tendencias, modas o targets.
Pero, ¿sabiendo que nadie conoce la fórmula secreta del éxito, qué sentido tiene siquiera recomendar nada? Pues todo dependerá de nuestras intenciones, claro. No es lo mismo querer entrar cuanto antes en el mainstream yanqui de superhéroes que pretender vender un cómic intimista a una editorial autóctona.
En cualquier caso todas estas recomendaciones te serán de utilidad si estás empezando.
Conoce gente
Es fundamental dejarse ver, salir de la cueva e interactuar con otros seres humanos del ecosistema comiquero. Una parte considerable de los trabajos que vayamos a hacer en nuestra carrera se pueden conseguir por recomendación de otros. Si nadie te conoce, nadie puede recomendarte. Es importante tener presencia, pero sobre todo interactuar en persona, acudir a eventos, mostrar material y generar redes de apoyo.
Estudia el mercado
Si quieres formar parte de una industria debes conocerla. Debes saber quiénes son los editores, qué líneas llevan, qué tipo de proyectos les interesan y en qué eventos suelen estar presentes. También es aconsejable que sepas qué tipo de cómic es el que más se está vendiendo cuando tú quieres colocar un proyecto, cuánto vale, cuánto tiempo permanece en la librería y en qué porcentaje se reparten sus royalties. Lo mismo ocurre con las librerías, la distribución, la imprenta o la promoción, debes estudiar toda la cadena. Cuanto más sepas, mejor.
Prepara tu relato
Debes ser capaz de explicar tu historia de manera rápida y sencilla en cualquier situación. Prepara un pitch de ascensor y ponlo a prueba las veces que haga falta hasta que te salga natural. Es normal ponerse de los nervios, pero eso no importa, cuando algo funciona, funciona. No se trata de algo ni de 10 ni de 5 minutos, basta con algo mucho más corto y directo que nos sirve de gancho para conseguir un contacto.
Guarda tus dossieres en la nube
Así tendrás acceso a ellos desde casi cualquier parte y en cualquier momento y podrás imprimirlos o enseñarlos en cualquier situación, tanto si es un evento como si es la fiesta de después.
Crea tu propia lista de contactos
Aunque podrías conseguir un montón de ellos de forma sencilla, es mucho mejor si vas generando tu propio documento y añadiendo los contactos que puedas conseguir en eventos y convenciones.
No hables mal del trabajo de los compañeros
Nunca, bajo ningún concepto. Puedes señalar algún error de edición o de impresión, un precio elevado o cosas así, pero jamás hables mal del trabajo de nadie, estarás perdiendo oportunidades con cada palabra. El mundo del cómic es lo suficientemente pequeño y endogámico que cualquier mala palabra te pasará factura. Además, haces cómics, sabes el esfuerzo que supone, no deberías menospreciarlo bajo ningún concepto.
Si no sabes a qué reuniones sociales acudir, empieza por organizarlas tú
Si de primeras no te ves tan suelto como para ser el alma de la fiesta en todos los salones, monta tus propias reuniones. Organiza un grupo que vaya a comer dos veces al mes, un club de lectura, exposiciones en una asociación de vecinos… lo que sea, pero con dos condiciones: que implique verse en persona y que todo gire en torno al cómic.
Cuida tu salud mental
Esto se explica solo, pero nunca está de más recordarlo. Enfrentarse a vender un proyecto es enfrentarse al rechazo, al fracaso o al síndrome del impostor de manera muy frecuente. Es importante hacerlo estando preparada y con cierta estabilidad mental.
Todo el mundo miente
Poca gente lo reconocerá, pero en el mundo del cómic se miente constantemente. Te mentirán con halagos, te mentirán con críticas y, sobre todo, te mentirán con cifras. Unos dirán que han vendido mucho y ganado un dineral, otros dirán que han vendido poquísimo para justificar una oferta paupérrima, pero tanto unos como otros mentirán. No te lo tomes demasiado mal, hay quien miente incluso por vergüenza, basta con que aprendas a fiarte de quien tienes a tu lado y a distinguir (al menos un poco) cuando alguien está tratando de tomarte el pelo.
Acepta las críticas y los comentarios
Aunque te parezcan locos o desafortunados. Ahora bien, si lo que hacen es proponerte cambios en tu proyecto que no te encajan o que están demasiado alejados de tus intenciones, no los aceptes. No merece la pena, si buscan algo tan diferente a lo que tú propones que te lo encarguen.
Aprende a decir que no y a negociar
Publicar está muy bien como objetivo, pero cuidado, no todos los tratos son buenos y algunas condiciones son inaceptables. Es mejor no publicar que firmar algunos contratos. Infórmate, acude a asociaciones como ARGH para conocer bien tus derechos y si tienes dudas busca ayuda.