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Desarrollar una historia (II): La preparación

historia

Después de armar vuestra brújula como vimos en la entrada anterior, ahora viene una de las partes más divertidas y desesperantes: desarrollar la idea.

No pretendo sentar cátedra ni dar un con método minucioso para escribir historias. Ya existen muchos libros que tratan el guion en su vertiente más densa y metódica. Esto son varios consejos que os pueden ayudar a dar forma a esa tormenta de ideas.

 

CALENDARIO

Lo más seguro es que te hayan entrado sudores al leer el título de este apartado. No pasa nada, yo también bajo la mirada con vergüenza mientras escribo estas líneas.

Nos guste o no, tener un calendario que nos vaya persiguiendo es sinónimo de productividad. Lo peor de cuando escribes sin contar con la implicación de terceros como un dibujante, es que es fácil caer en el apalancamiento o llegar a desmotivarse.

Plantéate metas asequibles y ve a por ellas.

PERSONAJES

Habrá gente que no lo necesite, pero a mí me gusta tener todo bien apuntado en algún lado.

En el caso del desarrollo de los personajes, les hago una pequeña ficha con sus características y qué arco de transformación tienen (si tienen). Tener claro qué es lo que les hará cambiar ayuda a tener presente a la hora de darle coherencia al todo y así tener visibles los momentos clave de la trama.

Es muy importante que solo apuntemos lo que se ve reflejado en la trama. Existe una cierta tendencia al psicoanálisis barato en algunos libros sobre guion. Si los padres de un personaje no tienen relevancia en la historia, nos da igual si le odiaban o le querían. Estamos escribiendo personajes, no personas.

ESTRUCTURA

Sin tener todos los detalles, a estas alturas deberíamos imaginar en términos generales nuestra historia. Si no es así deberías definir su inicio, nudo y desenlace.

Una vez lo tengas traza una línea temporal y mira cómo encajan esas piezas. En todo momento ha de darnos la sensación de que es un resumen con cara y ojos. Si te quedan huecos que no sabes cómo llenar, son problemas que hay que solucionar.

Si escribes un genérico “se van de aventuras” luego tendrás que estrujarte el cerebro para ver de qué se tratan esas aventuras. Es importante tener claro casi todo desde una fase temprana, ya que tendremos el proyecto definido desde el inicio.

Otro punto a tener en cuenta es la envergadura del proyecto. En el caso del cómic existen unas páginas finitas en las que hay que encorsetar la trama. Por lo general es preferible tirar a cortos y luego usar más páginas para determinadas escenas (esto es muy agradecido si hay acción), o simplemente incorporar menos viñetas por páginas.

Es una obviedad, pero nadie quiere tener que quitar páginas.

PUNTOS

La parte en la que toca comer verduras. Es un proceso algo tedioso (reconozco que a veces me lo salto y luego acabo arrepintiéndome). Vamos a escribir en papel todas las escenas o momentos que tiene nuestra historia hasta el momento.

Cuando tengamos la lista, la guardamos y repetimos el mismo proceso en otra hoja de papel, sin consultar la que hicimos antes. Puede parecer un paso tonto, pero es muy curioso como la mente se estruja a la hora de repetir la historia una y otra vez ofreciéndonos variables.

La gracia de este ejercicio es que hemos de estar tirando de memoria continuamente y nuestro cerebro se ejercita. Al tener la cabeza en funcionamiento nos aparecerán ideas en forma de nuevas escenas o modificaciones. Las que no son esenciales hasta puede que se nos olviden.

Como si se tratara de un mantra hay que repetir el proceso de escribir la lista una y otra vez, de ahí la importancia de que sea a papel. Si nos apuntamos la información y dejamos eso como si fuera algo inamovible, no ejercitamos la creatividad y empezamos a viciar nuestra historia. Con la lista somos maleables y cambiantes. Be water my friend.

Cuando lleves diez listas compáralas con la primera, seguramente serán muy diferentes.

Este proceso es farragoso pero casi siempre da resultados. Esta metodología la aprendí de David Victori y como es algo no muy usual creo que merece la pena darle crédito por ello.

PITCH

Es fácil imaginar a un escritor como alguien que se encierra en su habitación y se ve absorto por el proceso, creando obras maestras aislado del mundo. Habrá a gente que le funcione. Si lees este blog en busca de ayuda lo más seguro es que no seas ese tipo de persona.

La interacción con gente es muy importante para ver si la historia está viva. Cuenta la premisa (o la historia entera) a quien puedas. Si tu público se aburre o pone cara de «para que le pregunto nada» es posible que la trama no sea muy interesante.

O peor aún, puede que seas tú quien se aburra. Fíjate en qué pasajes intentas explicar lo más rápido posible, como intentando pasar a LO BUENO. Si escamoteas alguna parte es que es floja y debe ser reforzada.

Esta parte la repito en paralelo al resto de etapas del desarrollo, para ver cómo funcionan las distintas piezas. Sé creativo. A veces digo que tengo que ir al lavabo y cuando regreso cambio de tema completamente. Si estaban atrapados por la historia te pedirán que la continúes.

VOMITAR

Si los puntos suelen dar pereza, esto ya ni os cuento. Consejos vendo y para mí no tengo. Últimamente me he aplicado más en este sentido y da resultados garantizados, aunque entiendo que es algo que no guste a todos.

Lo que suelo hacer a continuación es escribir del tirón el guion completo, sin pensar demasiado en hacer algo bueno o coherente. Siguiendo una lógica similar a lista de puntos, cuando nos ponemos manos a la obra nos encontramos con problemas que no habíamos anticipado antes.

No estamos redactando un primer borrador, si no trabajando en un laboratorio de pruebas donde todo vale.  Hemos de permitirnos escribir en un entorno seguro que acepte errores y soluciones locas que se nos puedan ocurrir sobre la marcha.

En el caso del cómic lo suyo es escribir un guion literario sin indicar viñetas (a no ser que para alguna escena veamos algo muy claro). Lo que interesa desarrollar aquí es la trama y no tanto la composición de página.

Mientras escribo, solo me detengo para apuntar en otro lado las ideas nuevas que he incorporado a esa versión de prueba para luego tenerlas a mano.

Una vez hemos acabado de vomitar el texto y nos hemos dado cuenta de qué problemas e ideas nuevas hay, toca revisitar el desarrollo que hemos realizado en este artículo para incorporar esas mejoras y acabar de cuadrarlo todo. Al fin de cuentas se trata de ensayo y error.

Ya con todo revisado, podemos pasar a la tercera y última parte de este proceso. La escritura en sí.

Nos vemos en el próximo artículo artemaníacos.